Desde que eras un bebé, ya tenías la habilidad para comunicarte con mamá y con papá. ¿Que cómo lo hacías si aún no sabías hablar? Pues te expresabas a través de gestos, lloriqueos, risas, gritos y rabietas.
Ahora que ya no eres un bebé, puedes comunicarte también mediante las palabras, diciéndoles a los adultos y a los otros niños lo que piensas, lo que necesitas, lo que no te gusta y lo que te gustaría hacer. Y es importante que sepas que no debes tener miedo de hacerlo, ya que es un derecho de cada niño y niña poder opinar y ser escuchado por su familia, por sus maestros, por las autoridades, por sus amigos y en cualquier lugar, ciudad o situación social en que te encuentres. Nadie puede obligarte a quedarte callado o a decir cosas que en realidad no piensas.
¿Qué pasa cuando das tu opinión y no te escuchan? ¿Cómo te sientes cuando quieres hablar y te dicen que te calles porque eres muy pequeño? ¿Y cuándo preguntas de algo que no entiendes y no te lo explican? Te sientes triste, ¿verdad? A veces también te enojas y deseas ser mayor de edad para que te pidan tu opinión y te tomen en cuenta, ya que te hacen sentir como que si fueras invisible.
Tú mereces que te dejen hablar y que escuchen tus opiniones, pues eres tan importante como la gente grande. Muchos de ellos creen que por ser mayores tienes más derecho para participar y opinar, pero tú puedes hacerles saber que todos tenemos el mismo derecho sin importar la edad que tengamos. Puedes reclamar y hacerte oír ante ellos pero con un tono adecuado, mostrando respeto.
Por ejemplo, a María la llevaron a la peluquería para cortarle el cabello muy cortito pero a ella no le gusta llevarlo así, sin embargo por temor no le dijo nada a su mamá de lo que pensaba y se quedó callada. Lo correcto que debía hacer María era hablarlo con su mamá, y decirle porque no le gusta el pelo corto. Seguro que ella lo hubiese entendido y podrían haber llegado a una decisión que fuese mejor para ella.
Vamos a hacer una lista de algunas de las cosas en las que puedes opinar. Verás cómo te sentirás de importante cuando seas escuchado por los demás. Puedes opinar sobre:
- La necesidad de amor, comprensión y abrazos.
- Los juegos a los que no te gusta jugar.
- La ropa que te ponen.
- Lo que te lastima o daña.
- Lo que te da miedo.
- Lo que no te gusta hacer.
- El trato que recibes, sea bueno o malo.
- Los niños que te insultan o se burlan de ti.
- Tus creencias e ideas.
- Todo aquello que te hace feliz.
Precioso artículo para que muchos niños y niñas abran los ojos y se expresen con sinceridad y total libertad.